
¿Qué es la caída del pie?
El pie caído, también conocido como pie caído o pie caído, es la incapacidad de levantar la parte delantera del pie debido a la debilidad o parálisis de los músculos que lo elevan (Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos). Esto suele deberse a una lesión nerviosa (generalmente del nervio peroneo), trastornos musculares o trastornos cerebrales y espinales.
En consecuencia, las personas que tienen pie caído arrastran los dedos del pie contra el suelo; también pueden doblar las rodillas para levantar el pie más alto de lo habitual para evitar el arrastre, lo que provoca lo que se denomina marcha en "estepa".
Afortunadamente, existen soluciones para controlar la caída del pie, según el grado de su afección. En algunos casos, la caída del pie puede requerir cirugía. Para quienes tienen una caída del pie menos grave, una ortesis podría ser una opción viable.
Manejo de la caída del pie
La recuperación depende de la causa del pie caído y de cuánto tiempo lo haya padecido. En algunos casos, puede ser permanente. Hay medidas que puede tomar para ayudar a sujetar el pie y mejorar su capacidad para caminar.
Las opciones de tratamiento para la caída del pie incluyen:
Multicolumna
AFO/Férula para caída del pie
Usar una ortesis para pie caído u ortesis de tobillo y pie (AFO) para mantener el pie en una posición normal es una de las maneras más beneficiosas de controlar la caída del pie. Una ortesis AFO tradicional para pie caído envuelve la pantorrilla, el tobillo y el pie para sujetar la parte delantera. Sin embargo, algunos pacientes pueden ser candidatos a ortesis alternativas para pie caído que sean más prácticas para su afección.
Una desventaja de las ortesis AFO es que pueden ocupar mucho espacio dentro del zapato, lo que obliga a las personas a usar calzados poco adecuados. Los casos menos graves de caída del pie se pueden tratar eficazmente con ortesis más delgadas, como la SaeboStep , diseñada para elevar la parte delantera del pie y promover una pisada más segura y natural al caminar. Por razones prácticas y estéticas, muchos pacientes prefieren un sistema de soporte externo al zapato, especialmente para poder seguir usando un calzado cómodo de su elección.
E-estimulación
La electroestimulación funcional (EEF) es una excelente manera de promover el movimiento del pie en personas con pie caído. La EEF utiliza pulsos eléctricos para restaurar o mejorar la función de los músculos paralizados, fomentando así la actividad física. Durante la EEF, se utilizan pulsos eléctricos de baja intensidad para desencadenar contracciones musculares. Con el tiempo, estos pulsos de baja intensidad reactivan los músculos, aumentando las posibilidades de recuperación de afecciones como el pie caído. Combinar la electroestimulación con una órtesis para pie caído puede proporcionar resultados óptimos y ayudar a levantar los dedos con mayor facilidad.
Los dispositivos de estimulación eléctrica como el SaeboStim Spa pueden calmar los nervios y aumentar el flujo sanguíneo, lo que permite que las células nerviosas tengan el potencial de recuperarse.
Terapia
El uso de productos como ortesis para pie caído y estimulación eléctrica es muy eficaz para mejorar la recuperación del pie caído. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la terapia continua, ya sea en casa o con un terapeuta ocupacional o fisioterapeuta, es igualmente necesaria para ver resultados. Integrar el ejercicio en la rutina diaria no tiene por qué ser difícil. Los pacientes con pie caído pueden usar objetos sencillos, como bandas de resistencia, para fortalecer los nervios y músculos del pie.