¡A jugar!: Cómo los videojuegos pueden ayudar en la recuperación de un accidente cerebrovascular

Los pacientes con ictus a menudo se enfrentan a una lamentable realidad: el 80 % de ellos no recuperará la movilidad completa de brazos y manos. Los ictus son una de las causas más comunes de discapacidad física, y muchos supervivientes sufren secuelas continuas , como la incapacidad para reincorporarse al trabajo y una independencia limitada. La rehabilitación temprana e intensiva ofrece los mejores resultados, pero solo un tercio de los pacientes dados de alta tras el tratamiento médico inmediato continuarán la terapia recomendada en casa.
Además, para los pacientes crónicos que han recibido seis o más meses de rehabilitación y aún presentan una función limitada, suele ser difícil mantener niveles suficientes de actividad. Muchos pacientes continúan viviendo con sus síntomas y una menor calidad de vida. Esta latencia puede provocar un mayor deterioro físico, afectar la capacidad mental o provocar más accidentes cerebrovasculares u hospitalizaciones.
Un nuevo tipo de terapia
A medida que se dedican más esfuerzos e investigaciones a los videojuegos y la realidad virtual para el tratamiento de la recuperación del ictus , podría surgir una nueva solución. Idealmente, la terapia es repetitiva, específica para cada tarea, desafiante y emocionante; los videojuegos abordan estas necesidades y más mediante un proceso natural del cerebro llamado neuroplasticidad, donde las conexiones neuronales se recrean y remodelan.
El cerebro fortalece las redes neuronales mediante tareas repetitivas y habituales. Estas acciones son naturalmente más fáciles de realizar gracias a que las vías neuronales están bien transitadas. Hacer o pensar en algo nuevo o de una manera diferente permite al cerebro crear nuevas vías o reactivar las existentes. Las actividades diseñadas en videojuegos ayudan a los pacientes a lograr precisamente eso.
Sistemas y dispositivos de juego
Los dispositivos de juego vienen en diversas formas, desde una simple varita para realizar gestos amplios y amplios con el brazo hasta un guante con docenas de sensores específicos que miden los movimientos de la muñeca, la palma y los dedos. Los pacientes también pueden sentarse, pararse o acostarse mientras usan estos sistemas, lo que personaliza aún más el tratamiento y lo hace más cómodo para personas con movilidad reducida.
Algunos sistemas de juego, como el SaeboReJoyce , están disponibles tanto para entornos clínicos como domésticos y ofrecen experiencias interactivas que incorporan un rango completo de movimiento, varios patrones de agarre y una complejidad gradual que han demostrado mejorar la función motora del brazo hasta cinco veces más que lo logrado a través de las formas tradicionales de terapia.
Beneficios de usar juegos
Aumenta la participación. Un elemento clave para una rehabilitación exitosa es la repetición de ejercicios, pero repetir los mismos movimientos cientos de veces puede ser poco emocionante. Los juegos permiten a los pacientes realizar movimientos repetidos y calculados —en algunos casos con movimientos inducidos por restricciones y otros con métodos de rehabilitación específicos— sin ser conscientes del paso del tiempo ni de que están haciendo ejercicio. Una mayor participación aumenta la actividad cerebral y estimula el crecimiento muscular. Los pacientes pueden jugar y realizar estos ejercicios a diario sin aburrirse. Al mismo tiempo, pueden recibir retroalimentación sobre su mejora.
Genera entusiasmo. La intensidad de los tratamientos actuales para la recuperación del ictus a menudo no tiene el impacto suficiente. Las pruebas en animales revelaron que la terapia administrada antes y en dosis más altas puede ser más eficaz para rehabilitar la función motora. Los pacientes que se entusiasman más con su rutina —quizás al jugar un videojuego— son más propensos a jugar con frecuencia, a esforzarse más y a tomar menos descansos que con los tratamientos tradicionales para la recuperación del ictus.
Ofrece opciones convenientes y asequibles. Existen opciones asequibles en consolas de videojuegos y tabletas táctiles ya existentes, disponibles para el público. Algunos pacientes pueden tener estas consolas en sus hogares. Esta es una solución maravillosa, ya que la falta de fondos o acceso a centros de rehabilitación y transporte a menudo impide que los pacientes reciban terapia regularmente. La privacidad y la comodidad de poder recibir tratamiento en casa también son fundamentales, ya que la continuación de la terapia después de que finaliza la rehabilitación intensiva inicial y la participación en casa tiende a disminuir. Los pacientes pueden optar por invitar a amigos y familiares a jugar con ellos u observar, lo que les proporciona mayor motivación y ánimo.
Recuperación a través de los videojuegos
Imagínate en una bolera virtual con cuadros ilimitados y la libertad de perfeccionar tu swing y puntería. Recibirás retroalimentación inmediata en forma de repeticiones instantáneas de cada tirada y una puntuación acumulada. Habrás completado docenas de movimientos repetitivos, a tu propio ritmo y nivel de esfuerzo, mientras piensas críticamente en cómo podrías mejorar en tu siguiente turno. Podrías tener la opción de competir con otros o simplemente intentar superarte. Ahora, compara esto con un entorno de rehabilitación más formal, donde eres plenamente consciente de repetir los mismos movimientos calculados una y otra vez con recompensas limitadas.
Más allá de la terapia tradicional
Un estudio grupal realizado en 2015 con pacientes con ictus de entre 29 y 78 años reveló que la incorporación de videojuegos resultaba muy motivadora. Los resultados de rehabilitación no fueron mejores en un grupo que en otro, pero el grupo que jugó reportó mayores niveles de satisfacción . El aumento de la participación y la motivación se atribuye a la naturaleza competitiva de los juegos, así como a la inclusión de música e imágenes divertidas.
Otras simulaciones incluyen jugar al tenis, boxear, participar en un circo, hacer rafting y más. Participar en estas actividades, aunque no se den cuenta, desafía a los pacientes a realizar movimientos con mayor destreza y fuerza. Al concentrarse en sumar más puntos o avanzar en el juego, los pacientes aceleran su ritmo cardíaco y mueven las manos y los brazos; si están de pie, también ejercitan el control del tronco y el equilibrio. Sin darse cuenta, tareas cotidianas como atarse los zapatos, abrir una botella o vestirse pueden volverse más fáciles.
Para garantizar la persistencia de los beneficios de la terapia con juegos, se puede recordar a los pacientes durante el juego que reflexionen sobre cómo podrían usar una zona debilitada de su cuerpo para sus actividades rutinarias, tal como lo haría un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional. Algunos juegos están diseñados para ser telemonitoreados, de modo que el terapeuta pueda supervisar a distancia el progreso del paciente y proporcionar retroalimentación.
¿Son los juegos la respuesta?
A pesar de dos décadas de investigación y resultados prometedores, este campo aún tiene mucho camino por recorrer antes de que la rehabilitación virtual se generalice. Si bien la alta variabilidad de los juegos permite una mayor adaptabilidad y tratamientos específicos para los pacientes, esto, sumado a las diferentes afecciones neurológicas, dificulta la comparación de los resultados.
La financiación es limitada y ningún estudio a gran escala ha medido si la terapia virtual funciona mejor que años de terapia tradicional. La carga de la prueba reside en realizar más investigaciones con un mayor número de pacientes, especialmente inmediatamente después de un ictus, cuando el cerebro está preparado para la reparación y el progreso.
El futuro de la terapia con videojuegos
Con casi 800,000 estadounidenses sufriendo accidentes cerebrovasculares al año y el 75% reportando síntomas persistentes, las opciones de terapia continua, como las que usan videojuegos, son sumamente importantes. Se han logrado avances con las terapias modernas y la evidencia de la plasticidad natural del cerebro. Y si bien es evidente que los pacientes pueden beneficiarse de los videojuegos, se necesita más evidencia científica para determinar si los videojuegos por sí solos podrían ser suficientes. Un método combinado que combine dispositivos y métodos físicos tradicionales con herramientas de aprendizaje mental, como las que se demuestran en los videojuegos, podría generar mejoras interesantes.
Conectar a los pacientes con juegos que se ajusten a sus intereses y personalizar sus preferencias son opciones exclusivas de este nuevo método. Una mayor motivación conlleva más juego y ejercicio, lo que mejora la probabilidad de que el cerebro supere las zonas dañadas y construya nuevas conexiones neuronales. La principal implicación hasta el momento podría ser que los videojuegos permiten a los pacientes superar muchas de sus frustraciones y perfeccionar un protocolo de tratamiento que los mantenga más motivados.
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