Úselo o piérdelo: la importancia de la plasticidad cortical en la rehabilitación de accidentes cerebrovasculares


Quienes han sobrevivido a un ictus pueden sufrir daño neurológico que provoca deficiencias en sus sistemas sensoriales y motores, como la limitación del uso de las manos o los brazos. Este daño también afecta la comunicación sensorial con el cerebro y dificulta la capacidad de tocar, sentir o percibir el movimiento de las articulaciones. La combinación de deficiencias motoras y sensoriales afecta significativamente la capacidad de los pacientes con ictus para realizar las actividades cotidianas.
La corteza motora
En el lóbulo frontal del cerebro se encuentra la corteza motora . Esta importante parte del cerebelo está compuesta por tres áreas: la corteza motora primaria, la corteza premotora y el área motora suplementaria. La corteza motora controla los niveles superiores de movimiento, como la acción voluntaria. Cuando las neuronas experimentan estimulación eléctrica en esta parte del cerebro, las partes del cuerpo asociadas se mueven. Es un proceso complejo que implica la toma de decisiones y la coordinación adecuada de los movimientos para ejecutar la acción deseada.
Cómo afectan los accidentes cerebrovasculares a la corteza motora

Cuando la corteza motora se daña debido a lesiones en la cabeza, incluidos accidentes cerebrovasculares u otros accidentes, afecta la capacidad del cerebro para controlar el movimiento del cuerpo.
El cerebro se divide en dos mitades: el hemisferio derecho y el izquierdo. Cada hemisferio controla el movimiento voluntario de la mitad opuesta del cuerpo, lo que se conoce como control cruzado (p. ej., el hemisferio derecho controla el lado izquierdo del cuerpo). Por ello, cuando un hemisferio del cerebro sufre daño, el movimiento del lado opuesto del cuerpo se ve afectado. Cuando el daño es lo suficientemente grave como para destruir completamente el sistema, se produce parálisis.
Cualquier daño afecta la capacidad de una persona para controlar el movimiento. Por ejemplo, cuando un paciente con la corteza motora lesionada por un derrame cerebral intenta sostener un objeto, la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo se retrasa. Esto puede provocar que el paciente tenga manos inestables, se detenga antes del objetivo, lo sobrepase o simplemente se mueva demasiado tarde.
Condiciones físicas resultantes de un accidente cerebrovascular
Las condiciones físicas comunes después de un accidente cerebrovascular incluyen:
- Debilidad, parálisis y problemas de equilibrio o coordinación.
- Dolor, entumecimiento o sensación de ardor y hormigueo.
- Fatiga
- Falta de atención a un lado del cuerpo, también conocida como negligencia. En casos extremos, el paciente puede no ser consciente de su brazo o pierna.
- Incontinencia urinaria o intestinal
- Problemas del habla o dificultad para comprender el habla, leer o escribir.
- Dificultad para tragar
- Problemas de memoria, poca capacidad de atención o dificultad para resolver problemas.
- Problemas visuales
- Depresión, ansiedad o cambios de humor con arrebatos emocionales.
- Dificultad para reconocer las limitaciones causadas por el accidente cerebrovascular
Cómo se repara la corteza motora

El daño cerebral no tiene por qué ser permanente; el cerebro tiene la capacidad de repararse gracias a la plasticidad cortical (neuroplasticidad). Al sufrir un daño o una lesión, el cerebro construye nuevas conexiones neuronales basándose en las señales del entorno y las experiencias individuales.
Neuroplasticidad y neurorrehabilitación
A lo largo de la vida de una persona se produce cierta neuroplasticidad , ya que forma parte del aprendizaje para responder a una actividad o comportamiento específico. Esto se puede observar en escáneres cerebrales cuando una persona aprende una nueva habilidad motora y se activan las regiones correspondientes en territorios corticales más amplios.
Se ha demostrado que la neurorrehabilitación apoya los esfuerzos del cerebro para reconstruirse y reprogramarse. Requiere entrenamiento del brazo orientado a tareas y práctica exhaustiva para reeducar al cerebro. El tejido circundante que permanece sano asume parte del trabajo del tejido dañado. Al realizar entrenamiento de tareas, se estimula este tejido sano, lo que facilita la construcción de nuevas conexiones entre las neuronas sanas e intactas.
Para que estos cambios se produzcan en la corteza motora, es importante realizar actividades que dependan de la habilidad en lugar de las que dependan del uso. Para que una actividad se considere dependiente de la habilidad, requiere un desafío en lugar de la simple repetición. El entrenamiento con tareas que requieren la resolución de problemas u otro desafío significativo tiene mayor éxito. La remodelación neuronal puede ocurrir en cualquier momento durante las semanas o meses posteriores a una lesión, según las experiencias de cada individuo.
¿Qué tan rápido comienzan los cambios en la corteza motora?
El viejo dicho, «si no lo usas, lo pierdes», es muy acertado para la corteza motora. Tras la inmovilización de una extremidad, hay un período de tan solo nueve días antes de que disminuya la posibilidad de recuperación. Tras no usar la extremidad afectada, el tejido que rodea la lesión cortical u otro daño cerebral empieza a presentar problemas, lo que conlleva una mayor pérdida de función.
Por lo tanto, cuanto antes comience el paciente la terapia, mejor. Iniciar un programa con terapeutas ocupacionales que estimule y reentrene la extremidad tan pronto como cinco días después de la lesión tiene el potencial de minimizar la pérdida cortical y mejorar la capacidad de reorganización del cerebro. El cerebro realiza constantemente cambios neuroplásticos a través de diversos mecanismos, como el aprendizaje motor y la deaferenteción periférica. Es muy probable que esta plasticidad conduzca a una recuperación espontánea. Sin embargo, lo mejor es estimular la reorganización en el hemisferio dañado para aumentar las probabilidades de recuperación.
Formas efectivas de reentrenar el uso de las extremidades

Existen varios factores que afectan la recuperación de un accidente cerebrovascular : la magnitud del daño cerebral, su localización y la presencia de áreas sanas del cerebro. Un menor daño suele corresponder a una menor discapacidad, lo que se traduce en una mayor probabilidad de recuperación. La rehabilitación desempeña un papel importante en la curación.
Por lo general, usted estará en la etapa 1 o 2 de recuperación inmediatamente después de un accidente cerebrovascular.
Tratamientos para la etapa 1 de la recuperación del accidente cerebrovascular
Para la etapa 1, siga los ejercicios y tratamientos que se describen aquí . Los tratamientos incluyen:
- apoyo a las extremidades afectadas
- rango de movimiento pasivo
- facilitación muscular
- ejercicios de movimiento
- terapia de caja de espejo
- visualización mental
Tratamientos para la etapa 2 de la recuperación del accidente cerebrovascular
Para la etapa 2, siga los ejercicios y tratamientos que se describen aquí. Los tratamientos incluyen:
- posicionamiento
- entablillado
- estimulación eléctrica
- rango de movimiento pasivo
- rango de movimiento activo
- guantes de recuperación de accidentes cerebrovasculares
- ejercicios bilaterales
- postura sentada/de pie/de equilibrio
- imágenes mentales
Ejercicios según la gravedad del accidente cerebrovascular
Es importante recordar que los déficits de la corteza motora variarán según la gravedad del accidente cerebrovascular. En pacientes con déficits motores, sensoriales y funcionales graves, asegúrese de que el brazo y la mano estén en la posición correcta, móviles, cómodos y sin dolor. Debe haber apoyo durante el descanso y la extremidad superior debe manipularse con cuidado durante las actividades. Después, practique ejercicios de rango de movimiento por su cuenta. Puede utilizar algunos de los mismos medios de apoyo externo para la extremidad superior de las etapas 1 o 2.
Para pacientes con discapacidades moderadas que demuestran alta motivación y potencial para el desarrollo motor funcional, es importante utilizar tareas repetitivas y novedosas que supongan un verdadero reto para la persona. Esto ayuda a desarrollar las redes neuronales necesarias para aumentar la capacidad funcional. El entrenamiento de aprendizaje motor mediante imágenes también es muy beneficioso.
La rehabilitación es clave para la recuperación
La recuperación de un accidente cerebrovascular es posible para muchos pacientes de terapeutas ocupacionales. Si bien en última instancia depende de la gravedad de la lesión cerebral y del área afectada, la rehabilitación es fundamental para el éxito. Comenzar lo antes posible es fundamental, ya que después de nueve días, cualquier reparación se vuelve cada vez más difícil. Durante la rehabilitación, el terapeuta puede recomendar productos como el SaeboGlove y otros artículos diseñados para mejorar las funciones motoras.
Todo el contenido de este blog es únicamente informativo y no sustituye el consejo, diagnóstico ni tratamiento médico profesional. Consulte siempre con su médico u otro profesional de la salud cualificado si tiene alguna pregunta sobre una afección médica. Si cree tener una emergencia médica, llame a su médico o al 911 de inmediato. Confiar en la información proporcionada por el sitio web de Saebo es bajo su propio riesgo.
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